El profesor Manuel Losada Villasante es catedrático jubilado de Bioquímica de la Universidad de Sevilla al mismo tiempo que profesor de Investigación del CSIC y fundador del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis Isla de la Cartuja de Sevilla. Ha sido galardonado con importantes premios y distinciones que hacen referencia a su actividad científica: premio Príncipe de Asturias a la Investigación científica 1995, Premio de Investigación Científica y Técnica Maimónides 1988 de la Junta de Andalucía, Premio a la Investigación Rey Jaime I en 1990, Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio (1964), Hijo Predilecto de Andalucía en 1993 y doctor honoris causa por las Universidades de Huelva, la Pública de Navarra y la Universidad de Córdoba.
La Universidad de Zaragoza le concede el doctorado honoris causa a don Manuel Losada por sus contribuciones científicas en el campo de la asimilación fotosintética del nitrato, por ser pionero en estudios en fotosíntesis en España, también pionero en aproximaciones bioquímicas a problemas fisiológicos de las plantas. Su labor ha sido fundamental para la modernización de la Ciencia en España a través de sus contribuciones en el campo de la asimilación fotosintética del nitrato y de la fotosíntesis.
Un segundo motivo por el que se hace la propuesta de doctor honoris causa en la persona de Manuel Losada se debe a que el Departamento de Bioquímica de Zaragoza mantiene desde hace muchos años una relación muy estrecha con el grupo del profesor Losada en el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis Isla de la Cartuja. Esta relación ha contribuido, ciertamente, a la formación del personal de la Universidad de Zaragoza y al desarrollo de la actividad investigadora del Departamento de Bioquímica.
Manuel Losada estudió bachillerato en el Instituto de San Isidoro de Sevilla, fundado en 1845 por Alberto Lista y del que han sido alumnos personajes conocidos como Gustavo Adolfo Bécquer, Manuel Machado, los hermanos Quintero. Una vez concluido el bachillerato, comenzó los estudios de Ciencias y Farmacia en la Universidad de Sevilla completándolos en Madrid donde recibió en 1956 el doctorado de manos del profesor José María Albareda, el que fue secretario general de CSIC e impulsor de su creación. Era el profesor Albareda un hombre muy interesado en el desarrollo científico de España y animó al muy entusiasta y joven Manuel Losada a realizar una fructífera actividad postdoctoral en Alemania, Dinamarca y, finalmente, en Estados Unidos. Fue en el Departamento de Fisiología Vegetal de la Universidad de California en Berkeley, bajo los auspicios del profesor Daniel Arnon, donde el profesor Losada orientó su línea de trabajo hacia la investigación en el campo de la fotosíntesis. Durante el período en el que Losada formó parte del grupo del profesor Arnon se logró descifrar el mecanismo de uno de los procesos más importantes para la vida sobre la Tierra como es el de la transformación de la energía electromagnética de la luz que incide sobre las plantas en energía química. Las publicaciones de Manuel Losada en esos años fueron muy destacadas e hicieron que, a su vuelta a Madrid, le propusieran dirigir el Instituto de Biología Celular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid. Allí orientó su mirada a estudiar el mecanismo de otro proceso muy importante relacionado con la fotosíntesis, pero al que siempre se le había ignorado, como es el de la incorporación por las plantas y microorganismos del nitrógeno procedente del suelo en los aminoácidos. Gracias a los trabajos de Losada hoy día se admite en bioquímica que la energía que utilizan las plantas y las algas para llevar a cabo ese proceso procede de la luz. Durante los años 70 el grupo Losada aisló partículas de membranas de cianobacterias que fueron capaces de llevar a cabo la Fotosíntesis, al mismo tiempo que eran capaces de reducir el nitrato a nitrito. Este trabajo fue publicado en Nature, un logro que en esos tiempos, muy pocos españoles podían conseguir.
En los años 80 el grupo del profesor Losada dio un giro en sus investigaciones en ciencia básica para adentrarse en el difícil campo del aprovechamiento de la energía electromagnética procedente del Sol en energía química. Es éste un tema no resuelto aún en nuestros días pero que, sin embargo, presenta un interés estratégico e industrial de primer orden. Los trabajos llevados a cabo en esta dirección en Sevilla tuvieron un una repercusión importante. En los últimos años el profesor Losada, como los grandes científicos, se ha interesado con la especial pasión que es consustancial a su persona, en estudiar los mecanismos fisicoquímicos mediante los cuales la energíaluminosa se convierte en las plantas en energía redox y energía ácido-base. Estas reacciones son las más importantes de nuestro planeta ya que constituyen la fuente de energía de la que dependemos todos los seres vivos para alimentarnos al mismo tiempo que los humanos la utilizamos también para calentarnos, desplazarnos y fabricar los productos que necesitamos. Los mecanismos básicos y esenciales que hacen posible que estos procesos tengan lugar están celosamente guardados y requieren una gran agudeza y enorme tenacidad para desvelarlos. El profesor Losada ha dedicado los últimos años de su vida activa y aún continua, a profundizar en estos problemas.
El grupo de investigación que Manuel Losada creó en Sevilla en los años 60 con enorme esfuerzo y sacrificio se ha convertido en el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis, un centro que reúne la investigación más puntera en fotosíntesis de España. Por él han pasado más de un centenar de investigadores que se han formado en Sevilla, han pasado por otros centros, generalmente del extranjero, y hoy día se encuentran desarrollando su labor por toda España. En reconocimiento a su labor y por considerar al profesor Losada maestro de uno de sus grupos de investigación, la Universidad de Zaragoza le ha nombrado doctor honoris causa en Junio de 2010.
Carlos Gómez Moreno