Jesús Fernando Escanero Marcén y Pablo Javier Iñigo Gil
Rector Magnífico de la Universidad de Zaragoza
Autoridades académicas
Claustro universitario
Señoras y señores
Quiere la tradición que, antes de su investidura, el nuevo doctor sea presentado en solemne sesión pública a sus futuros compañeros de claustro y público en general en este magnífico Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. El acto suele comenzar con el correspondiente capítulo de los agradecimientos. En él querría, en primer lugar, mostrar mi más sincero reconocimiento a nuestro Rector Magnífico por su manifiesto interés en la incorporación como honoris causa a este claustro de los alumnos de los distintos centros que han pasado por esta Universidad y han realizado y realizan una meritoria labor alejados de ella. A la figura del Rector debo añadir el Equipo de Dirección, que ha apoyado sin fisuras la importancia de tal decisión. Asimismo, en este caso, a la Facultad de Medicina y a su equipo directivo y al Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, que se unieron a la solicitud que hacían los departamentos de Farmacología, Fisiología, Medicina Legal y Forense, y de Medicina, Psiquiatría y Dermatología, así como al conjunto de instituciones aragonesas a las que nos dirigimos reclamando su apoyo, que accedieron con toda prontitud y amabilidad, y, finalmente, al Consejo de Gobierno de la Universidad que aprobó la solicitud. Asimismo, me gustaría dejar constancia de nuestra gratitud a todas las instituciones que con su ayuda y/o respaldo han apoyado la petición.
En un apartado final quiero dejar constancia del inmerecido honor que me han concedido mis compañeros de la Facultad de Medicina y, especialmente, los de los departamentos mencionados de que fuera yo mismo el encargado de dirigirme a ustedes en este solemne acto de nombramiento de doctor honoris causa para hacer la presentación/laudatio del profesor Egido de los Ríos.
Antes de nada, quiero recordarles que el profesor Egido de los Ríos nació en La Almunia de Doña Godina y realizó los estudios de Medicina en el edificio en que estamos reunidos, de 1964 a 1970. Dos años antes de comenzar sus estudios, en 1962, la Facultad de Ciencias se había trasladado de este edificio al nuevo de la Ciudad Universitaria. El que les habla, compañero de curso del profesor Egido, coincidió, desde el primer día, por obra y gracia de tener la misma primera letra en el apellido, en todas las secciones de las diferentes materias. De compañeros de sección a excelentes amigos fue un paso que lo hemos llevado toda la vida con todo el afecto del mundo. Fue un alumno brillante, destacando por su interés, inquietud, dedicación y calificaciones, con una vocación y entrega sin límites, donde dejaba patentes su buen hacer y profesionalidad, así como su pasión y amor por la Medicina, que contagiaba. Todas estas cualidades las llevó posteriormente en generosa entrega al mundo de la enseñanza.
Como acabo de decir, realizó los estudios de licenciatura en Medicina y Cirugía en la Universidad de Zaragoza (1970) y el doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid (1978). Durante los estudios de pregrado y bajo la influencia de un gran colectivo de profesores forjó su vocación de dedicar su vida a la clínica y a la investigación biomédica. Aunque inicialmente su idea era especializarse en EE. UU., la lectura en la antigua Hemeroteca de nuestra Facultad de algunos textos del profesor Carlos Jiménez Díaz y el prestigio de su Fundación le hicieron cambiar de idea e iniciar su formación como médico interno y residente en dicha institución. No sabía en aquel momento que toda su vida profesional se iba a desarrollar íntegramente en ese prestigioso centro.
Su formación y labor profesional se ha desarrollado en la Clínica la Concepción y Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Hospital Necker de París (1974-1975 y 1977), Guy’s Hospital de Londres, Glostrup Hospital (Copenhague) y en la Universidad de Alabama (Birmingham, EE. UU.).
En la actualidad el profesor Egido de los Ríos es catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid, consultor clínico del Servicio de Nefrología e Hipertensión del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, director de Laboratorio de Patología Renal, Vascular y Diabetes del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz e investigador jefe del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM).
Antes de pasar a sus aportaciones como científico quiero recordarles que nuestro curso comenzó con unas seiscientas personas, que muy pronto llegarían a más de mil en los cursos venideros, lo que nos hizo ser altamente comprensivos con la docencia de entonces pero profundamente críticos con los tiempos que nos había tocado vivir, resignados, que no ignorantes, de lo que se hacía y dispuestos a cambiar con la mirada puesta en las mejores facultades del mundo.
En esta línea, una de las aportaciones más relevantes a la investigación biomédica española realizada por el profesor Egido es la creación, hace más de treinta años, de un grupo de investigación en patología renal, vascular y diabetes ligado a un servicio clínico. Varias unidades/servicios de nefrología, en nuestro país, han incorporado posteriormente laboratorios de investigación siguiendo su ejemplo. El grupo de la Jiménez Díaz está compuesto por clínicos e investigadores de plantilla y un número variable de postdoctorales, predoctorales y técnicos, hasta un total de 45 personas, con una ratio de investigadores/clínicos de 3 a 1. Este grupo es único en nuestro país y excepcional en Europa para un servicio clínico hospitalario. En él se han llevado a cabo más de cien tesis doctorales y se han formado varias generaciones de jóvenes clínicos e investigadores que ocupan posiciones relevantes en servicios de nefrología, centros de investigación, universidades y compañías farmacéuticas en España y EE. UU. Como anécdota, unos diez antiguos colaboradores que trabajan actualmente en Nueva York se conectan entre ellos con un whatsApp denominado los Egido’s.
Su trayectoria en investigación ha sido larga y variada, interesándose en los mecanismos celulares y moleculares implicados en la génesis y progresión de las enfermedades renales, en la inflamación y aterogénesis y en la búsqueda de nuevos biomarcadores y abordajes terapéuticos para las complicaciones renales y cardiovasculares de la diabetes. Sus investigaciones de los años ochenta contribuyeron a descubrir la glomerulonefritis por IgA, que le ha hecho ser un referente mundial, siendo un miembro muy destacado en las sociedades de nefrología española y americanas, y a extender el concepto a extender el concepto de los efectos pleiotrópicos de fármacos tan populares como los antihipertensivos que modulan la angiotensina II o las estatinas. Sus publicaciones han contribuido a extender el concepto de que la inflamación, ligada a la hiperglucemia y al estrés oxidativo, es clave en las complicaciones de la diabetes. En este sentido, recientemente han diseñado un péptido mimético de SOCS (Suppressor Of Cytokine Signaling) que inhibe la vía JAK/STAT, poseyendo potentes efectos antiinflamatorios, antiestrés oxidativo y antiapoptótico, y que se encuentra en la actualidad en fase preclínica para el tratamiento de la nefropatía y retinopatía diabética.
En general, las investigaciones de su grupo han estado centradas en un mejor conocimiento de los mecanismos de daño y reparación tisular, tanto a nivel renal como cardiovascular, ayudando a definir conceptos como la enfermedad cardiorrenal. Las contribuciones más relevantes han sido en las siguientes líneas:
a) Implicación de la angiotensina II en los mecanismos inflamatorios y fibrosis ligados a la enfermedad renal y cardiovascular.
b) Mecanismos antiinflamatorios e inmunomoduladores de las estatinas.
c) Identificación y significado fisiopatológico de nuevos biomarcadores sistémicos y tisulares implicados en la enfermedad cardiovascular y renal.
d) Desarrollo de nuevos abordajes terapéuticos en las complicaciones renales y cardiovasculares de la diabetes.
En total, las publicaciones sobrepasan ampliamente las setecientas, el total de citas las cincuenta mil y el índice H (Scopus) es 109 (14-03-2022).
Es asimismo muy elevado el número de patentes que posee y de premios de investigación recibidos, entre los que destacamos:
• Premio Gonzalo y Julián Urgoiti del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (1982).
• Premio Íñigo Álvarez de Toledo de Investigación Clínica (1990, 1992 y 1996).
• Premio Internacional BIAL (2001).
• Premio de Investigación Básica JANSSEN – CILAG de la Sociedad Española de Nefrología (2009 y 2012).
• Premio Fundación Lilly en Investigación Biomédica Clínica (2011).
• Premio Rey Jaime I en Investigación Médica (2012).
• Premio XLIX Lección Conmemorativa Jiménez Díaz (2017).
Permítanme concluir esta laudatio señalando que su ánimo y disposición para trabajar con el centro donde estudió, o, con mayor rigor, con cualquier manifestación de la que haya tenido conocimiento o se le haya comunicado, ha sido siempre sin reservas. En concreto, de nuestra área, la Fisiología, ha tenido a bien acoger en su laboratorio a tres profesores, el primero el que les está hablando, que pasó unos veranos en la Jiménez Díaz y en casa del profesor Egido como un miembro más de su familia. Debo remarcar con la notoriedad requerida la oferta que recibí de su parte de sufragar un laboratorio con sus líneas de trabajo y su codirección para trabajar, en la distancia, como una parte más de su grupo. Téngase en cuenta que con la subida al clínico los espacios de fisiología en Medicina quedaron desertizados de personal y material y esto suponía un respaldo difícilmente superable y que se desconoce que institución alguna o cualquier otro profesor haya hecho.
Aunque no se ha aludido a las conferencias dictadas, ya pueden suponer que han sido por todo el mundo, y que EE. UU. y algunos países de Europa han sido los lugares más frecuentados. Entre los países de lengua castellana debe hacerse mención especial a la Universidad Austral en Chile, donde es profesor extraordinario. Con respecto a la Universidad de Zaragoza, deben destacarse, al menos, dos referencias:
— una, su participación en la Primera Reunión sobre Investigación organizada en la Facultad de Medicina, durante el decanato del Prof. Escanero, antecedente de las actuales Conferencias de Investigación del IAS y Facultad de Medicina; y
— otra, las impartidas de manera regular durante varios años en las Jornadas de Nefrología organizadas en Candanchú por las Sociedades Aragonesa y Norte de Nefrología.
Finalmente, dos cosas más: una, el orgullo y satisfacción que sentimos los que tenemos el placer de conocerle al acogerlo en nuestro claustro como doctor honoris causa por ser un referente mundial en nefrología y, otra, la que este orador considera cualidad ineludible para llegar a la cima del magisterio. Se trata de ser estratégico y tener un profundo conocimiento de lo que hace y cómo lo hace, es decir, de la metacognición, para poder enseñarlo a los demás. Por todo ello, permítanme concluir, en consecuencia, con un gracias, maestro.
Jesús Fernando Escanero Marcén
Pablo Javier Iñigo Gil
Jesús Fernando Escanero Marcén