Carl Adam Petri nació en 1926. Su padre, profesor de matemáticas, gozó de la amistad de matemáticos insignes como David Hilbert y Hermann Minkowski. A la edad de 18 años, en 1944, fue obligado a entrar en el ejército alemán. Hecho prisionero, no regresó a Alemania hasta 1949, después de dos años de cautiverio y otros dos de posterior estancia en Inglaterra, donde para subsistir hubo de dar clases de latín y de química. Estudió matemáticas en la Universidad Técnica de Hannover, graduándose en 1956. En 1962 obtuvo su grado de doctor por la Universidad Técnica de Darmstadt por su trabajo Kommunikation mit Automaten. Hasta 1968 trabajó como investigador en la Universidad de Bonn, pero cuando se crea el GMD (Gesellschaft für Mathematik und Datenverarbeitung), Carl Adam Petri fue llamado para dirigir el Institut für Informationssystemforschung, pasando a continuación a ser uno de los directores del Institut für Metodische Grundlagen. Ha trabajado como investigador invitado en institutos de reconocido prestigio en Europa, los Estados Unidos de América, Japón y China. Actualmente jubilado, ha sido profesor emérito de la Universidad de Hamburgo.

El profesor Petri consolida la gestación de su marco conceptual a principios de la década de los sesenta, mientras gestiona uno de los primeros centros de cálculo académicos creados en la antigua Alemania del Oeste, en la Universidad de Bonn. A pesar de que las aplicaciones tardarían aún en llegar, su idea principal fue reconocer en esos momentos iniciales de la Informática que la relevancia del computador no se encuentra solo en su capacidad para realizar cálculos matemáticos intrincados de una forma fiable y rápida, sino también en su capacidad de servir como medio de comunicación sofisticado en red, instrumento de procesamiento de la información al servicio de una comunidad de usuarios. Por ello no encontró el debido soporte de inmediato, ya que en esos años la comunidad académica estaba todavía enfrascada con los profundos problemas derivados del modelo de máquina de Turing, del lado de la investigación teórica, y de realización arquitectónica en formas derivadas de la arquitectura básica de von Neumann, aunque también se exploraron soluciones multiprocesador, multicomputador y a base de pilas. Una segunda razón fue que, aun cuando el paradigma del medio de comunicación sugerido por Petri pudiera llegar a ser realidad en aplicaciones, todavía no era factible, debido al alto coste del hardware.

La por él denominada Teoría general de redes, debido al impacto de los trabajos realizados desde el Massachussets Institute of Technology, se redenominó, desde comienzos de los setenta, Teoría de redes de Petri. Sin lugar a dudas, esta pertenece por derecho propio a lo que Herbert Simon dio en denominar Ciencias de lo artificial, conocimiento profundo de creaciones integrales de la mente humana, base de modernas ingenierías. Concebida de forma axiomática, ha sido “reencontrada” y generalizada desde los Sistemas de adición de vectores, la Teoría de regiones o la Lógica lineal (no monótona). Desde la filosofía de la técnica, esta confluencia representa una no desdeñable contrastación, un argumento de centralidad.

Un número significativo de sus colaboradores, fuertemente influenciados por la insistencia de Petri acerca de que la elegancia conceptual debe de ser combinada con la pragmática de las aplicaciones, han llegado a ser reconocidos como líderes en el área de la computación distribuida. Su trabajo ha influenciado directa o indirectamente una variedad de aproximaciones alternativas para el estudio del procesamiento de información distribuido. Incluso el profesor Robin Milner, Medalla Turing del ACM, creador del paradigma de las Álgebras de Procesos, reconoce su enorme deuda intelectual con Carl Adam Petri en sus libros y en su propia Conferencia Turing.

Aunque no ha sido el profesor Petri prolífico en lo que a generación de literatura se refiere, la traza habla por sí sola. Unos diez mil trabajos que se enmarcan en disciplinas tan diversas, como la Ingeniería de Sistemas, la Informática, la Automática o la Investigación de Operaciones, en cuya intersección emana, en gran medida, la Teoría de sistemas de eventos discretos, de tanta relevancia conceptual y práctica en el ámbito de la Técnica de nuestros días. Una amplia cincuentena de libros de síntesis existe hoy en día sobre redes de Petri. El profesor Konrad Suze, pionero a nivel mundial en la construcción de computadores digitales electrónicos, es autor de uno de éstos. Además, son numerosas las revistas de gran prestigio científico-técnico internacional que han dedicado números monográficos al paradigma, así como las conferencias monográficamente dedicadas al mismo. En Zaragoza han tenido lugar la International Conference on Application and Theory of Petri Nets, en dos ocasiones (1987 y 1994), y la 8ª edición del IEEE Workshop on Petri Nets and Performance Evaluation (1999).

En la industria, las redes de Petri se han utilizado en muy diversos dominios de aplicación, existiendo en la actualidad normas estandarizadas de uso de la Comisión Electrotécnica Internacional (para automatismos lógicos) o de la ISO (para la ingeniería de programación). Además, cabe reseñar la existencia de muy diversos productos industriales basados en el marco formal.

El profesor Petri ha sido reconocido con diversas distinciones y premios a lo largo de su carrera profesional. Entre ellas destaca particularmente la Werner von Siemens Ring, la más alta distinción alemana en el mundo de la investigación científico-técnica e innovación tecnológica, otorgada bajo los auspicios de la presidencia de la República Federal Alemana. Creada en 1916, al celebrarse el primer centenario del nacimiento del fundador de la compañía Siemens, esta distinción se concede únicamente cada tres años y con ella se honran a personajes que hayan realizado contribuciones extraordinarias al desarrollo de los fundamentos científicos de la técnica, propiciando la creación de nuevas tecnologías o hayan producido un notable impacto en la industria germana. Entre los 28 galardonados anteriores se encuentran: W. von Braun, E. L. Bolkow y H. Junkers, en aeroespacio; K. Ziegler y C. Bosh -también Premio Nobel-, en química; W. Schottky, en electrónica; C. von Linde, en ingeniería térmica; K. Suze, en ingeniería informática; E. Gottzein, físico e ingeniero; y A. Fisher, en innovación tecnológica.