El profesor Jean Dausset, doctor honoris causa de nuestra Universidad y Premio Nobel de Fisiología y Medicina, nació en Toulouse (Francia) el 19 de octubre de 1916, en el seno de una familia burguesa. Tras pasar su infancia en Biarritz, se trasladó con su familia a París, donde cursó el bachillerato en el Liceo Michelet (1932) y completó sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de París y en los Hospitales Municipales de esta capital. Tras obtener en 1945 el doctorado en Medicina, con una tesis sobre fisiología del riñón y la exanguinotransfusión en el adulto, realizó, entre 1946 y 1950, el internado y la residencia en Medicina interna y Hematología. Durante este tiempo, el profesor Dausset permaneció un año, en 1948, en la Harvard University, de Boston, trabajando en el Peter Brigham Hospital en la investigación de enfermedades sanguíneas.
Coincidiendo con su formación médica, el profesor Dausset estuvo movilizado como combatiente de la Segunda Guerra Mundial, asignado a una unidad móvil médico-quirúrgica, donde practicó la reanimación de heridos y la transfusión sanguínea, primero en la campaña de Francia (1940-41) y más tarde en las de Túnez (1944) y Normandía (1945), acciones por las que sería condecorado y en las que alcanzó el grado de capitán médico.
Consagrado plenamente a la Hematología, el profesor Jean Dausset se inicia como director de laboratorios del Centro Nacional de Transfusión Sanguínea (1950-1963) y como biólogo de los Hospitales Municipales de París (1963-1978). En 1958, fue nombrado profesor asociado de Hematología de la Facultad de Medicina de París, docencia que desempeñó hasta su designación, en 1968, como profesor de Inmunohematología de la Facultad de Medicina de Lariboisiére-Saint Louis. En 1977, fue nombrado titular de la Cátedra de Medicina experimental del Colegio de Francia, la misma que había ostentado Claude Bernard, y que Jean Dausset dirigió con notoria brillantez hasta su jubilación académica, en 1987.
Como inmunólogo, el profesor Dausset inició sus investigaciones estudiando las enfermedades provocadas por los anticuerpos dirigidos contra los tres elementos celulares de la sangre. En 1952, observó las primeras aglutinaciones masivas de leucocitos y de plaquetas sanguíneas, inducidas por anticuerpos frente a estos elementos, fenómenos que denominó como leucoaglutininación y tromboaglutinación. Este primer descubrimiento, cuyo estudio y aplicación podemos afirmar que constituyó el eje director de su ejemplar obra científica, le permitió deducir que existen diferentes grupos humanos en función de sus leucocitos, similares a los identificados en los hematíes en 1901, por Landsteiner, como grupos eritrocitarios AB0.
En 1958, el doctor Dausset describe en la superficie de los glóbulos blancos unas estructuras químicas, capaces de provocar la aparición de un anticuerpo que se fija a ellas de manera específica. Este antígeno MAC, un isoleucoanticuerpo, precursor del HLA, predice que las diferencias de estos grupos en los seres humanos pueden dirigir el éxito o fracaso de los injertos de piel. Algunos años después, en 1965, el profesor Dausset, describe el sistema Hu-1, ahora conocido como sistema HLA (Human Leucocyte Antigens), un conjunto de más de 30 antígenos, de gran complejidad e importancia genética por el número y naturaleza de las funciones biológicas que controla.
El profesor Jean Dausset ha sido el primero en comprender la asociación entre los antígenos HLA y algunas enfermedades y el primero en estudiar estos aspectos, llegando a relacionar 50 enfermedades asociadas al sistema HLA. Estos estudios parten del descubrimiento por Dausset de un conjunto de genes que codifican unas proteínas que están presentes en las superficies de todas las células y que las variantes individuales de un mismo gen predisponen a padecer distintas enfermedades. La relación entre HLA-B27 y la aparición de espondiloartritis anquilosante ya es uno de los dogmas más aceptados en la clínica médica. La Medicina preventiva se ampliaba así a la detección específica de individuos susceptibles de padecer determinadas enfermedades y con ello dirigir la prevención o, con mayor esperanza, la curación de las enfermedades. Jean Dausset iniciaba así el concepto de Medicina predictiva, cuyo impacto en la práctica médica de nuestro recién estrenado siglo se augura espectacular gracias al desarrollo de conocimientos sobre el genoma humano.
Esta importante aportación del sistema HLA a la Medicina interna se ve superada si cabe por la trascendencia que este sistema de histocompatibilidad ha tenido en la definición biológica de los modernos trasplantes de órganos (piel, hígado, riñón, médula ósea), definiendo leyes que permiten conocer y seleccionar a los receptores y donantes adecuados. En este capítulo, los estudios del doctor Dausset han demostrado que si los leucocitos de dos personas son compatibles, sus tejidos también lo son y que el tiempo de supervivencia de los injertos era inversamente proporcional al número de incompatibilidades entre los genes HLA donante-receptor.
La trascendencia clínica y quirúrgica de la obra científica del profesor Dausset ha sido reconocida en Medicina con innumerables premios, nombramientos académicos y docentes. Entre estos, hay que señalar que el profesor Dausset pertenece desde 1975 al Consejo Científico del Instituto Pasteur, a la Academia de Ciencias del Instituto de Francia (1977), a la Academia de Medicina de Francia (1977) y que ha sido investido doctor honoris causa por las Universidades de Bruselas (1977), Ginebra (1977), Lieja (1980), Lisboa (1982) La Sapienza de Roma (1985), Montevideo (1985) , Zagreb (1986), Lima (1990), Complutense de Madrid (1991), Buenos Aires (1995), Las Palmas (1995) y Zaragoza (1996) y con posterioridad por las de Québec (1996), Calgari (1997), Politécnica de Valencia (2002) e Islas Baleares (2003). Es Gran Cruz de la Legión de Honor de Francia y Comendador de la Orden de la Corona Belga. Pero el máximo reconocimiento de su obra llegó, sin duda, con la concesión en 1980, del Premio Nobel de Fisiología y Medicina, compartido con los doctores G. Snell y B. Benacerrat por sus investigaciones en el campo de la inmunología de los trasplantes y la terapéutica inmunológica de los tumores.
Pero si la obra eminentemente médica del profesor Jean Dausset ha sido suficientemente reconocida, no sucede lo mismo con su aportación a la antropología molecular. En este aspecto, el sistema HLA es lo bastante polimórfico como para definir a las poblaciones humanas por sus frecuencias alélicas y para interpretar mediante la comparación de sus componentes principales los distintos gradientes de distribución poblacional. Con todo, la aplicación más sugerente del sistema HLA se refiere a la cuestión de las migraciones humanas primitivas que permite determinar, a partir de los desequilibrios de ligamiento, los posibles mestizajes y los lugares probables de partida, lo que renueva las expectativas de la antropología y la prepara para ocupar un lugar de privilegio entre los saberes biológicos del siglo XXI.
Sus últimos trabajos los dedicó a las moléculas de HLA, denominadas de tolerancia, sobre todo a la molécula HLA-G, encargada de inhibir la reacción materna contra su feto incompatible, molécula que juega un papel imprescindible en la prevención de rechazos. Fundador de France-Transplant (1969), del Centre d’Etudes du Polymorphisme Humain (1983), dependiente del Collège de France y que viene contribuyendo a descifrar el mapa del genoma humano y a identificar los genes relacionados con las enfermedades genéticas. Una ejemplar vida científica, que todavía sigue dando frutos a la moderna medicina y a la antropología poblacional.
José L. Nieto Amada