Amado Franco Lahoz
Con la venia del Rector. Claustro togado, autoridades, miembros de la Comunidad universitaria, familiares, señoras y señores.
No puedo comenzar esta laudatio que tengo el privilegio de pronunciar, sino agradeciendo, en nombre propio y en el de la Dra. Labrador, al Departamento de Contabilidad y Finanzas de la Universidad de Zaragoza, promotor de la propuesta de investidura como Doctor Honoris Causa de D. Amado Franco Lahoz, que se nos haya designado como padrinos para este solemne acto.
Privilegio y honor el de poder dirigirme a ustedes para exponer los excepcionales méritos de D. Amado Franco que le hacen merecedor del máximo reconocimiento de nuestra Universidad, en un marco único como es el salón Paraninfo en el que se desarrollan las ceremonias más importantes de la Universidad y desde esta Cátedra presidida por la abeja símbolo de la laboriosidad inteligente.
A diferencia del grado de doctor que se obtiene mediante la defensa de la tesis doctoral ante un tribunal que la juzga, el Doctorado Honoris Causa no requiere la realización de prueba alguna, pero no por ello es menos exigente el procedimiento que concluye finalmente con la aprobación del máximo órgano de gobierno de la Universidad, el Consejo de Gobierno presidido por el Rector.
Si bien tal distinción suele ser otorgada a académicos destacados en el campo de la investigación y la docencia, en esta ocasión recae en alguien cuyo prestigio se ha cimentado por sus extraordinarias contribuciones, desde los ámbitos de responsabilidad que ha ejercido y ejerce, al desarrollo de la economía aragonesa. No exagero si afirmo que nuestra Comunidad Autónoma no se explica sin las muchas iniciativas emprendidas bajo su liderazgo, iniciativas a las que me referiré más adelante, ya que antes quiero referirme brevemente al proceso que nos ha traído hasta este acto.
El proceso establecido por la UZ para otorgar esta distinción es muy exigente, intervienen el Consejo del Departamento del órgano proponente, la Comisión de doctorado, la Junta Consultiva y el Consejo de Gobierno. En todas estas instancias la decisión ha sido tomada por unanimidad.
Además, la preceptiva Memoria que contiene la propuesta del Departamento, incluye cartas de apoyo del Rector y su equipo de Gobierno, del Presidente del Consejo Social de la UZ, de los patronos de la Universidad, la Alcaldesa de Zaragoza y el Arzobispo de Zaragoza, de los exrectores Petriz y Badiola, del Rector de la Universidad de Deusto, donde cursó estudios superiores nuestro nuevo doctor, la práctica totalidad de decanos y directores de los centros de la Universidad de Zaragoza, de un elevado número de doctores, tanto vinculados a la Facultad de Economía y Empresa, como a otros centros, del último Doctor Honoris Causa de la UZ propuesto desde la Facultad de Economía y Empresa, Dr. José Luis García Delgado, y del profesor honorario de la Universidad de Zaragoza Dr. Luis Oro Giral. También han apoyado la propuesta las máximas responsables del Gobierno de Aragón en materia de universidades, la Consejera de Educación, Ciencia y universidades y la Directora General de universidades.
Además de la extraordinaria acogida en el ámbito universitario, desde organizaciones sociales, económicas y culturales del mayor prestigio, no solo de Aragón, acompañan a la Memoria mencionada 50 cartas de apoyo a la iniciativa (En el anexo constan estas organizaciones).
Como puede apreciarse, la acogida a esta propuesta, en entorno universitario y fuera de él, ha sido extraordinaria, tanto en número como en calidad de los firmantes de dichas cartas, lo que avala el prestigio excepcional del candidato, condición requerida por nuestra universidad para otorgar su más alta distinción.
Hecha esta breve referencia al proceso seguido, nuestro discurso se va a centrar, como corresponde a este acto, en el elogio, laudatio, de la persona objeto de la distinción, para ello trataré de trasladarles los méritos que la avalan.
La propuesta del Departamento de Contabilidad y Finanzas, de otorgar el título de Doctor Honoris Causa a D. Amado Franco contenida en la Memoria elevada a la UZ, se apoya en dos pilares, su trayectoria excepcional que ha contribuido de forma notable al desarrollo económico y social de Aragón y su destacable relación con la UZ.
Amado Franco ha desarrollado su carrera profesional desde 1970 en la entidad financiera que hoy conocemos como Ibercaja Banco, Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja (CAZAR) hasta 2011. Desde 1987 como primer responsable en la línea ejecutiva, ocupando el cargo de Director General, después como Presidente del Consejo de Administración de la Caja, de 2004 a 2011 y finalmente de Ibercaja Banco hasta 2017, año en el que pasó a presidir la Fundación Bancaria Ibercaja (FBI).
Además, ha tenido, y mantiene, una presencia muy activa en otras importantes entidades. Valgan como ejemplo, la presidencia de CASER, la de Endesa-Gas, de la Fundación CASER, o la Vicepresidencia del Consejo de administración de CECA, o la pertenencia a la Confederación Internacional de Crédito Agrícola.
A lo largo de los años en los que ha tenido las máximas responsabilidades en Ibercaja, se tomaron decisiones determinantes para la propia supervivencia de la entidad y para el desarrollo de Aragón.
Entre las primeras, se tomaron decisiones estratégicas que han permitido que Ibercaja se haya mantenido como entidad independiente, pese a las presiones de diluirse en fusiones deseadas y promovidas desde distintos ámbitos.
Entre tales decisiones estratégicas, citaré algunas de ellas:
- El cambio de imagen de marca en 1988, la antigua CAZAR pasó a ser la nueva Ibercaja, que más allá de la imagen, acompañaba una necesaria modernización que permitiera a la entidad competir en el mercado financiero en el que las reformas legales (Reforma de Fuentes Quintana/1977, LORCA/1985, Ley Solchaga/1988), habían difuminado los roles tradicionales de bancos y cajas.
- La creación del grupo financiero, que distingue al grupo Ibercaja de sus competidores naturales, formado por las gestoras de Fondos de Inversión, Planes de pensiones, Seguros, Leasing y Renting, que han contribuido de forma muy notable a la actual solidez de Ibercaja Banco.
- La expansión de la entidad a todo el territorio nacional, llegando a mantener oficinas en todas las provincias del Estado.
- La decisión, en 2006, de modular y ser más selectiva en la financiación de promociones inmobiliarias, en un contexto de excesivo crecimiento de la construcción residencial y del endeudamiento de las empresas de este sector y de los hogares para la adquisición de viviendas. Aquella decisión de “frenar” la exposición crediticia al mercado inmobiliario, al contrario de lo que estaban haciendo la mayoría de las entidades del sector, renunciando a éxitos cortoplazistas que obtenían sus competidores, posibilitó dotar a la entidad de la capacidad necesaria para afrontar la severa crisis de 2008.
Todas estas, y otras reformas, se llevaron adelante bajo el impulso de nuestro nuevo doctor. Reformas que han tenido como consecuencia dotar a la entidad de una fortaleza que ha hecho que hoy Ibercaja Banco sea una entidad envidiada en el sector.
Pero, ¿cómo ha influido esto en nuestra Comunidad Autónoma? Como es sabido, uno de los objetivos de las cajas era el de contribuir al desarrollo económico y social del territorio de actuación.
Por lo que hace a Ibercaja, poniendo foco en las acciones desarrolladas bajo el liderazgo de Amado Franco, ha participado activamente en proyectos estratégicos determinantes para el desarrollo económico de Aragón. Citaré algunos ejemplos:
- El holding de la nieve ARAMON, que ha impulsado el dinamismo económico, poblacional y social del Pirineo oscense y de las sierras de Teruel.
Las iniciativas de crecimiento del sector agroalimentario aragonés (bodegas en
Cariñena y Somontano, jamón de Teruel, aceite en el Bajo Aragón, etc.).
La configuración y la puesta en marcha de las plataformas logísticas de las tres
provincias aragonesas (Plaza en Zaragoza, Plhus en Huesca y Platea en Teruel).
La adquisición y posterior permuta con el Ayuntamiento de Zaragoza de los
terrenos de Ranillas, elemento clave en la elección de Zaragoza como sede de
la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008.
También cabe mencionar que la FBI no es ajena a actividades de desarrollo del territorio, aunque como heredera de la Obra Social de Ibercaja la Fundación se centra más en actividades sociales, educativas y culturales. Valga como ejemplo, el Proyecto Mobility City, que ha devuelto a la ciudadanía el espectacular puente diseñado por la arquitecta Zaha Hadid en 2008 para la Expo Internacional de Zaragoza.
Con respecto al segundo pilar de la propuesta del Departamento de Contabilidad y Finanzas, la relación con la UZ, Amado Franco, como máximo responsable de Ibercaja, siempre ha mostrado un profundo compromiso con la Universidad, facilitando numerosas colaboraciones. Citaremos a modo de ejemplo de este compromiso, dos de ellas:
- En 1988, se firmó entre la UZ y CAZAR un convenio mediante el cual cada año se incorporarían a la entidad ocho licenciados de las facultades de CC. Económicas y Empresariales y de Derecho, cuatro de cada facultad. A propósito de este programa, que se prolongó varios años, señalaremos que una gran parte del actual equipo directivo de Ibercaja inició su carrera profesional por medio de este convenio, entre ellos su actual Consejero Delegado.
- En 1997 se creó la Revista de Economía Aragonesa que durante más de 25 años ha sido un vehículo de publicación de investigaciones y estudios de profesores e investigadores universitarios.
Todavía se ha hecho más evidente el compromiso de Amado con la Universidad de Zaragoza, desde su responsabilidad como Presidente de la FBI. En sus 10 años de existencia las colaboraciones de la FBI con la UZ, se pueden cifrar en más de 10 millones de euros.
Colaboraciones en la financiación de becas (Programa Erasmus, de Doctorado, de Estancias de Investigación, de Proyectos I+D+i para jóvenes investigadores, para cursos extraordinarios); el firme apoyo y participación en diversas cátedras institucionales de nuestra Universidad; el acuerdo de colaboración para favorecer la accesibilidad y la integración de estudiantes con discapacidad; la colaboración en los Premios de emprendimiento rural creados para dinamizar las poblaciones rurales fijando población, dirigidos a estudiantes de la Universidad de Zaragoza y de las universidades que forman la Alianza Unita (junto con nuestra universidad, las de Turín, Pau, Saboya, Timisoara y Beira en Italia, Francia, Rumanía y Portugal). Desde la Fundación, se ha colaborado en diferentes jornadas, simposios y congresos, másteres, etc…
Por último, no puedo dejar de mencionar alguna de las numerosas distinciones recibidas a lo largo de su brillante trayectoria profesional: Hijo Predilecto de la Ciudad de Zaragoza en 2005, la Medalla Pro Merito del Consejo de Europa en 2010; la Medalla de Oro de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza en 2017; la Medalla al Mérito en el Trabajo concedida por el Gobierno de España en junio de 2017; Premio Empresario de Aragón 2018; Miembro de Honor de la Fundación Carlos III en febrero de 2024.
Estos son los méritos objetivos, algunos de ellos, que no son sino consecuencia de una persona con cualidades igualmente, como sus méritos, excepcionales.
Karl Popper dijo “Debemos aprender la lección de que la honestidad intelectual es fundamental para todo aquello que nos importa”.
Amado Franco a lo largo de su larga trayectoria profesional de más de 50 años, ha desarrollado un liderazgo que muy pocos profesionales alcanzan, liderazgo teñido por la austeridad, la honradez y, como decía Popper, la honestidad intelectual. Virtudes acompañadas por su independencia de criterio.
Como consecuencia, sus decisiones han sido respetadas, por supuesto dentro de la entidad que ha dirigido tantos años, pero, lo que es más complicado, el respeto del entorno, desde los gobiernos, desde los competidores, desde los supervisores. Esto ha sido crucial para la supervivencia de Ibercaja y el mantenimiento de su sede social en Aragón.
Amado Franco está adornado por las mejores virtudes de aquellos ilustrados que, entre otras cosas crearon en 1876, hace casi 150 años, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza.
Concluyo. En la página web de la UZ, el apartado relativo a los Doctorados Honoris Causa, viene encabezado por una cita de Tomas de Aquino: “El honor se tributa a una persona como prueba del bien que hay en ella”.
Lo expuesto nos permite pensar que Amado Franco Lahoz cumple sobradamente con esta exigencia, lo que legitima su incorporación al Claustro de doctores de la Universidad de Zaragoza.
Muchas gracias
Vicente Condor López y Margarita Labrador Barrafón