El honor se tributa a una persona como prueba del bien que hay en ella
Tomás de Aquino
Fecha acuerdo: 
03/05/2007
Rector: 
Manuel José López Pérez
Padrinos: 

Chaime Marcuello Servós, José Luis Briz Velasco

Semblanza: 

Vinton Gray Cerf es considerado uno de los “padres de Internet”. Nació en Conneticut en 1943, se licenció en Matemáticas en la Universidad de Stanford en 1965. En la Universidad de California—Los Ángeles obtuvo el máster en Ciencias de la Computación en 1970 y el grado de doctor en el año 1972.

Matemático e informático, implicado en la vida de empresas de alto nivel, pero también convencido de una idea: “internet es para todos”. Su posición tanto técnica como de visión estratégica en los negocios y en la dimensión societaria de la red le sitúan en un lugar de relevancia internacional.

Su trayectoria profesional comenzó en IBM nada más graduarse. Ha recorrido el terreno académico e investigador pasando por Standford, la U.S. Defense Advanced Research Projects Agency, la Corporation for National Research Initiatives y la NASA. Desde 1998 es investigador distinguido invitado del Jet Propulsion Laboratory del Instituto Tecnológico de California, en donde impulsa el desarrollo de la llamada Internet Interplanetaria. En el campo empresarial, desarrolló el primer sistema comercial de correo electrónico en MCI Digital and Information Services Company y ha sido Vicepresidente y máximo responsable en el desarrollo de proyectos en MCI Communications y WorldCom. Desde 1999 y hasta hace seis meses ha presidido desinteresadamente Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN), organismo sin ánimo de lucro encargado de la gestión de direcciones y nombres en Internet. Entre los numerosos premios y distinciones recibidas cabe destacar por su cercanía para nosotros el Premio Príncipe de Asturias en el año 2002. En la actualidad ocupa el cargo de vicepresidente de la compañía Google Inc. con el título de jefe de evangelización de Internet. Sus intervenciones y actuaciones le han hecho conquistar una voz preeminente en la concepción de la red, tanto defendiendo la unidad de estándares como en su compromiso con el papel de las organizaciones sociales como Internet Society (ISOC).

En el año 2004 Vint Cerf compartió con el doctor Robert E. Kahn el Premio Turing, equivalente al Premio Nobel en el campo de la Informática, por su trabajo pionero en redes de computadores, incluyendo el diseño e implementación de los protocolos básicos de Internet, (TCP/IP), y por su inspirado liderazgo en la materia.

Esto ya sería suficiente para colocar al doctor Cerf entre las personas que han hecho contribuciones excepcionales a la ciencia. Con toda seguridad, los historiadores venideros se tendrán que ocupar de los cambios producidos por la aparición de Internet. Cuando indaguen en las raíces de esta profunda transformación encontrarán que una de las personas fundamentales ha sido Vinton G. Cerf. Forma parte de ese grupo de personas que han ido sumando los elementos necesarios para que se produjese la conexión de las computadoras para tejer la red de redes y, además, que esto llegase hasta cualquier rincón del planeta. El espacio vital personal tiene ahora la posibilidad de ampliarse en una forma nunca prevista y las consecuencias que percibimos son sólo un señuelo de lo que Internet como medio de comunicación y espacio de conocimiento puede suponer de huella en la historia.

 

El tiempo tecnológico transcurre muy deprisa. Desde hace más de 40 años la integración de componentes por chip se duplica cada dos años, transmitiendo crecimientos exponenciales a todo índice tecnológico, económico o social, relacionado con estos componentes. Internet ha estado en el centro de esta evolución desde su nacimiento. Las premisas y condiciones que guiaron los trabajos seminales han cambiado completamente. La Red se diseñó como una base experimental que pasó a la fase de explotación sin solución de continuidad y sin que sus creadores pudieran evitarlo. En este aspecto el doctor Cerf no es un busto o un retrato en un museo de la ciencia -como Sigma 7, la primera máquina que conectó a Internet-, sino que ha impulsado y guiado la actualización de los protocolos que creó. Como otros grandes creadores, no sólo está mucho más convencido de la necesidad de cambiar y adaptar su creación que algunos sectores, sino que tiene la cualidad de prever problemas futuros y lanzar retos trascendentales, tanto sociales como técnicos y científicos, propios de una excelencia científica destacada. La seguridad de la red y en la red, el acceso vía teléfono móvil, la transición hacia una nueva Internet diseñada desde cero, la preservación y persistencia de la información en la red son aspectos en los que la época que vivimos tiene el privilegio de contar con él.

Pero detrás del trabajo del doctor Cerf hay mucho más que un trabajo científico y técnico. Principalmente porque Internet es una red de comunicación y dos no se comunican si uno no quiere, o si utilizan sistemas de comunicación diferentes e incompatibles. A veces creador directo, otras inestimable colaborador, el doctor Cerf ha sido el gran arquitecto de todos los grupos y corporaciones que han permitido que Internet evolucione como un estándar de facto público, abierto a todos los fabricantes y a todos los usuarios.

Las tecnologías introducen elementos de innovación que tienden a establecer divisiones entre quienes las comparten y quienes se quedan fuera. En el caso de Cerf, su liderazgo en la autorregulación de la red ha supuesto una visión inclusiva e incluyente de todos en la red. Su posición ha destacado en el intento de superar la llamada “digital divide” —la brecha que se abre en la sociedad entre quienes han entrado y quienes se quedan fuera del mundo digitaly en recordar que África sigue siendo un desafío pendiente.

Su lema “Internet for everybody”, “Internet para todos”, no es demagogia, al contrario, esconde un trabajo minucioso de arquitectura social:

 

  1. Impulsando desde los años 80 la colaboración de los fabricantes de sistemas, articulando y rearticulando los grupos de trabajo en la ingeniería de la red (Engineering Task Force);
  2. Desplegando el paraguas sociopolítico de Internet Society, cuyo capítulo aragonés se forjó en esta Universidad, desde dónde se han promovido iniciativas como el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información;
  3. Afinando y sintonizando los delicados engranajes de las corporaciones que hoy día son responsables de la gestión sin ánimo de lucro de este único espacio de direcciones, del espacio asociado de nombres y dominios, de la coherencia, transparencia y carácter abierto de los protocolos que los gestionan y de las utilidades que de él sacan partido. Dicho en aragonés, sin el buen hacer de Vint esta maquinaria se habría enronado. Internet no sería o, desde luego, no sería lo que hoy es sin el doctor Cerf.

Por otra parte, existe una notable conexión en Vint Cerf entre un importante aspecto tecnológico del protocolo IP y los aspectos sociales de la red. El IP fue diseñado para transportar bits sobre redes de características diversas, a modo de contenedores estandarizados capaces de ser desplazados por tierra, mar o aire indistintamente. El significado de esos bits es aparente sólo para las aplicaciones de niveles superiores, del mismo modo que lo son las direcciones y contenidos de los bultos de menor orden transportados en un contenedor. Vint Cerf no sólo diseñó junto a Robert Khan el protocolo IP, sino que ha defendido y continúa defendiendo Internet como un medio universal y neutral, independiente de las aplicaciones y servicios, aunque sin ignorar en esto cuestiones importantes como el control del tráfico.

Como colofón a estas palabras, queremos resaltar tres méritos excepcionales del doctor Cerf para merecer el doctorado honoris causa por nuestra Universidad:

 

  • Su co-invención del protocolo TCP/IP y la introducción de la noción de Arquitectura Abierta, junto a Robert Khan;
  • Su constante impulso a la innovación y continuada búsqueda de retos y soluciones en torno a Internet que ponen de manifiesto su excelencia científica;
  • Su trabajo de arquitectura social para dar estabilidad a Internet a través de organizaciones incluyentes y reconocidas en tanto que medio universal de intercambio de contenidos, neutral e independiente de sus aplicaciones.

Es por esto que dos departamentos de esta Universidad —entendiendo uno en la arquitectura de los sistemas informáticos, otro en la arquitectura social— hemos considerado procedente proponer a un gran arquitecto informático, a un gran arquitecto social, como adecuado para ser investido doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza.

Permítannos terminar diciendo que para quienes hemos promovido este doctorado ahora se cumple un reto, un sueño, una posibilidad que se hace realidad al incorporar a Vint Cerf a nuestra comunidad académica con todos los honores sabiendo, además, que con él podemos contar para seguir haciendo cada día una mejor universidad, una sociedad mejor.

Autor semblanza: 

Chaime Marcuello Servós