Gloria Cuenca Bescós y Eustoquio Molina Martínez
Grande es la suerte que me ha tocado al pronunciar el elogio del Profesor Dr. Juan Luis Arsuaga Ferreras en este solemne acto académico para la concesión del título de doctor honoris causa que hoy celebra la Universidad de Zaragoza. Es la tradición, que antes de su investidura el nuevo Doctor sea presentado en solemne sesión pública a sus futuros compañeros de claustro y público, en este magnífico salón Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Quiero empezar por agradecer la oportunidad que se me ofrece, especialmente al Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón, el IUCA, que ha apoyado con entusiasmo esta decisión, el primer doctorado honoris causa que solicitamos y que coincide con nuestro X aniversario como instituto.
La unanimidad que ha presidido todo el proceso de nombramiento es prueba del merecimiento para este honor del profesor Arsuaga. Por ello quiero agradecer también al Consejo de Gobierno de la Universidad y particularmente a ti Rector, como representante que eres de nuestra querida Universidad por escuchar a los proponentes el 15 de mayo de 2017 y aprobar junto con el Consejo, la propuesta.
El profesor Juan Luis Arsuaga está vinculado a la Universidad de Zaragoza, al menos desde los 1990, cuando propuso a nuestro equipo Aragosaurus para investigar en el proyecto de Atapuerca, en el que no hemos dejado de participar desde entonces. En el marco de este proyecto hemos publicado de manera conjunta una veintena de artículos en revistas de gran índice de impacto. También, a raíz de esta estrecha colaboración el profesor Arsuaga no ha dejado de ser consultado en asuntos aragoneses como el mediático juicio de Chaves, invitado a impartir conferencias, buscado su apoyo en la iniciación de nuevos proyectos de investigación en la comunidad aragonesa como las excavaciones de la Cueva de los Huesos de Obón o la de los Rincones, colaborando con la recientemente inaugurado exposición permanente del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, asesorando también a nuestros alumnos de Master y Doctorado, pues Arsuaga es un referente internacional en los estudios del Cuaternario y de la Evolución Humana. Un importante flujo de conocimientos hay así entre los miembros del IUCA, del Grupo de Investigación Aragosaurus y el de Reconstrucciones Paleoambientales de la Universidad de Zaragoza y los investigadores del equipo de Atapuerca que dirige el Prof. Arsuaga.
Aspectos que me gustaría resaltar en este necesariamente breve elogio del Profesor Juan Luis Arsuaga son los siguientes. Es Licenciado y Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad es Catedrático de Paleontología de la misma y Director del Centro Mixto de Evolución y Comportamiento Humanos por la Complutense y el Instituto de Salud Carlos III (UCM-ISCIII). Sin dejar de investigar, publicar, dar clases y escribir es en la actualidad el Director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos y Co-director de los proyectos de Atapuerca (Burgos), de Pinilla del Valle (Madrid) y de Cueva del Conde (Asturias). Es también miembro de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos de América, del Comité Científico Internacional del Museo de Antropología Prehistórica de Mónaco, del Comité directivo de la Asociación Internacional para el Estudio de la Paleontología Humana, del Consejo científico del Centro Europeo de Investigaciones Prehistóricas de Tautavel, en Francia, de la Real Academia de Doctores de España y de las Reales Academias de Medicina de Zaragoza y Granada. Además es Doctor Honoris Causa por las Universidades de Burgos y Politécnica de Valencia.
Las investigaciones sobre los fósiles humanos de la Sierra de Atapuerca que el profesor Arsuaga realiza con su equipo desde hace más de 30 años en ese diminuto enclave burgalés, ha generado una notable cantidad de investigaciones y conocimiento sobre los ecosistemas del Cuaternario –los últimos dos millones de años de la historia de la tierra—y de los seres humanos que habitaron en ellos. Los ambientes del pasado, los fósiles humanos y las huellas de su actividad, el ADN antiguo, la ecología de las especies de animales que convivieron con los humanos, la edad, el clima y en general la reconstrucción del paisaje de los lugares y de los tiempos en los que vivieron nuestros ancestros son algunos de los proyectos de investigación en marcha en el que estamos implicados muchos de los presentes en esta sala junto con el profesor Arsuaga. La evolución humana en Atapuerca está siendo analizada minuciosamente por un equipo multidisciplinar, nacional, de diferentes comunidades autónomas, e internacional. Al equipo van incorporándose, cada año, miembros de las nuevas generaciones.
Pero además el profesor Arsuaga ha creado espacios de conocimiento, no hay más que seguir su página web en el Centro UCM-ISCIII, nuestras páginas de Aragosaurus, del IUCA y del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, o las actividades –prácticamente mensuales—de divulgación científica que realiza en el Museo de la Evolución Humana en Burgos que se pueden ver en Twitter, You Tube, las diversas webs, conferencias, exposiciones, talleres, documentales como siguiendo las huellas de Humboldt hasta el Teide, por mencionar algunos.
La investigación, la ciencia en general ha sido la gran postergada en la política española. En los años 1990 necesitábamos que investigadores como Arsuaga se pusieran a escribir. Y fue uno de los primeros. Vaya si lo fue. Desde los noventa, algunos en solitario y otros con sus más estrechos colaboradores, ha escrito 16 libros. Libros escritos por investigadores españoles que además eran líderes en su campo. En efecto, Arsuaga y colaboradores habían publicado en 1995, en la revista Science, los primeros resultados de los análisis de los yacimientos de Atapuerca: teníamos no sólo a los primeros humanos que habitaron en Europa sino también a aquellos que empezaban a mostrar signos de humanidad. El profesor Arsuaga publicaba en las mejores revistas científicas pero tenía la seguridad que sólo despertando a la sociedad española se iba a conseguir recuperar el ritmo que la Ciencia había gozado con Ramón y Cajal (como no quiero excluir a nadie, nombro a uno de los grandes, ya que no hay espacio para más, como representante de la ciencia española).
Arsuaga ha publicado 350 artículos en revistas del SCI, de las cuales más de una veintena son en Nature, Science y PNAS –tiene un índice de impacto de 45. Ha dirigido 12 tesis doctorales y ha sido el investigador principal de 26 proyectos competitivos.
La extensa obra de divulgación científica de Arsuaga, incluye libros de gran éxito, entre los que se pueden destacar, La especie elegida, El collar del Neandertal, El Reloj de Mr. Darwin, El primer viaje de nuestra vida, El sello indeleble... También ha dirigido documentales como la España Prehistórica, y sobre Humboldt y la geología del Teide.
Como directora e investigadora del IUCA me gustaría resaltar además el compromiso del Profesor Juan Luis Arsuaga con la conservación del patrimonio paleontológico y arqueológico y de los espacios naturales de nuestro País. Resaltaré brevemente dos de ellos. Consiguió, junto con los codirectores del proyecto, el equipo de Atapuerca y numerosos colaboradores burgaleses, que en el año 1997 se nombrara a los Yacimientos Arqueológicos y Paleontológicos de la Sierra de Atapuerca Patrimonio de la Humanidad. Uno de los últimos Parques Nacionales de España, el de la Sierra de Guadarrama, debe su nombramiento en parte a su labor investigadora y divulgativa, lo que le valió en 2013 la encomienda de Número al Mérito Medioambiental del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente “por su trayectoria y apoyo al Parque Nacional de Guadarrama”.
Su actividad académica y científica le ha llevado a recibir numerosos premios y distinciones; cuento 14 entre los más relevantes. Algunos ganados en solitario y otros compartidos con nosotros, su equipo, como es el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997.
Concluyo ya. Hoy se incorpora al claustro de doctores de la Universidad de Zaragoza el profesor Juan Luis Arsuaga. Con los resultados de su investigación arroja una luz de esperanza en el futuro de la humanidad y del desarrollo sostenible a lo cual no puede dar la espalda ni el IUCA, ni la Universidad de Zaragoza. Cada día cobra un mayor protagonismo el papel que tiene la historia para predecir el futuro de la humanidad. Por ejemplo, hace medio millón de años, probablemente antes, se cuidaba a los niños, a los enfermos y a los mayores ¿no es esto lo que nos hizo humanos? ¿No será que lo que nos enseñan sus investigaciones es que la humanidad, a pesar de las voces negativas y de las dificultades, avanza hacia un futuro mejor? No me cabe duda que la Universidad de Zaragoza ganará al tenerlo entre nosotros.
Gloria Cuenca Bescós