Ricardo Lozano Mantecón, Ricardo Lozano Blesa
En el corazón de Europa nació en 1937 el profesor doctor Konrad Messmer. Fue su cuna la ciudad de Breisach am Rhein, junto al camino de Basilea a Colmar, en Brisgovia, tierra de confrontación, pero también de enlace, entre lo germánico y lo latino en la antigüedad, entre los intereses del papado y los de los príncipes después, entre el esfuerzo imperial de Alemania y Austria y el empuje de los reyes de Francia más tarde. En un peregrinaje universitario en la más pura tradición germánica, el profesor doctor Konrad Messmer estudió sucesivamente en las Universidades de Würzburg, Kiel, Berlín y Tübingen, para recalar finalmente en Múnich, donde entra en contacto directo con la cirugía en la clínica del profesor Rudolf Zenker, bajo cuya dirección se doctoró. Fue Rudolf Zenker un cirujano emblemático de la cirugía alemana desde la postguerra hasta bien entrada la década de los sesenta. Pionero en Alemania de la cirugía cardíaca moderna, que era auténtica punta de lanza del cientifismo quirúrgico de la época y timbre de prestigio de los cirujanos universitarios de aquella generación, fue también el primero en realizar un trasplante de corazón en su país. Era Rudolf Zenker el más destacado discípulo de Martin Kirschner, catedrático de Cirugía de Heidelberg, uno de los más innovadores cirujanos europeos del periodo entre guerras. Su enciclopédico Tratado de Cirugía, en colaboración con Nordman y su Tratado de Técnica Quirúrgica, innumerables veces puesto al día y reeditado hasta el momento actual, tuvieron influencia decisiva en la formación y en la práctica de los cirujanos españoles hasta bien entrados los años cincuenta.
En la Clínica Quirúrgica Universitaria del profesor Zenker, el laboratorio de cirugía experimental ocupaba ya un lugar preeminente en la formación de sus discípulos. Allí conoce el joven Konrad Messmer al profesor Walter Brendel, y fascinado por la personalidad del maestro, decide encaminar sus pasos hacia la Cirugía Experimental, entendida como quintaesencia del quehacer científico del cirujano universitario. Visitas prolongadas a las Clínicas Quirúrgicas Universitarias de Lyon y Buenos Aires le ponen ya por entonces en contacto con el original pensamiento y la brillante técnica de los cirujanos de formación latina. Esos fueron los materiales con los que se forjó la personalidad quirúrgica del profesor Messmer. A partir de ellos desarrollaría una fulgurante carrera académica, apoyada en una laboriosidad casi obsesiva, muy propia de la tradición quirúrgica y en un saber enciclopédico constantemente puesto al día. Lee sus tesis de habilitación en Múnich en 1969, donde profesa desde 1975. Catedrático de Cirugía Experimental en 1977, tras un paso fugaz por la Universidad de Marburg, es nombrado en 1981 profesor ordinario de dicha disciplina y director del Instituto de Cirugía Experimental de la Universidad de Heidelberg, de la que fue decano durante cuatro años. En 1990, vuelve a la Ludwig-Maximilians Universität de Múnich, donde dirige el mayor Instituto de Cirugía Experimental del mundo. Durante esos más de veinte años abre nuevos campos al conocimiento siguiendo líneas de investigación quirúrgica que están en las fronteras de la fisiología, apoyadas siempre en tecnologías de última hora que el profesor Messmer ha sido con frecuencia el primero en aplicar al estudio de los fenómenos biológicos. Sus trabajos sobre la fisiopatología del shock, la microcirculación y la sepsis se plasman en centenares de artículos científicos y en docenas de monografías y capítulos en los más difundidos libros de texto en lengua alemana, española e inglesa. Es pionero en las técnicas de hemodilución. En 1996 presidirá el World Congress on Microcirculation. A la edad que René Leriche denominó “de la mayor fertilidad del investigador”, el profesor Konrad Messmer era requerido para colaborar en programas de investigación en Estados Unidos y así, desde 1977 hasta 1992 fue adjunct profesor of surgerey en la Universidad de California en San Diego. Pero no solo viaja permanentemente entre Alemania y California. En plena juventud, su prestigio se ensancha por los cinco continentes. Ha sido profesor visitante en universidades de todos los países europeos, de la India, Japón, China, Australia y Nueva Zelanda, de la Unión Sudafricana, Argentina, Chile y Canadá, y entre sus amigos y corresponsales científicos se cuentan los líderes del pensamiento quirúrgico de Estados Unidos. Es profesor honorario de la Universidad de Pekín, con la que la Universidad de Heidelberg, estableció definitivos lazos de colaboración durante su época de decano de la última. Su nombre figura en los consejos editoriales de las más influyentes publicaciones quirúrgicas del mundo.
En Europa, el profesor Messmer ha jugado un papel decisivo en la intercomunicación de los investigadores quirúrgicos de sus diferentes países. Miembro fundador de la European Society for Surgical Research, fue durante años miembro de su Junta Directiva y presidente de la misma. Esta prestigiosísima Sociedad, permanentemente influida por el liderazgo del profesor Messmer, y la revista European Surgical Research, de la que es editor jefe, han hecho más por dotar de un carácter científico moderno a la cirugía europea de las últimas décadas y por lograr su reconocimiento por la comunidad mundial de la ciencia que ninguna otra institución.
El profesor Messmer, como tantos científicos alemanes de todos los campos del saber, tiene una particular sensibilidad hacia lo español, que él entiende como la forma de pensar y actuar de una comunidad de millones de personas a uno y otro lado del Atlántico. Somos muchos los cirujanos universitarios españoles que nos hemos beneficiado de su magisterio, que desempeña con una generosidad poco común. Esta es una manifestación más de su fuerte personalidad, de la que el liderazgo surge de forma espontánea. Terminan de conformarla, un estricto sentido del deber y una honestidad en lo que dice y hace que brota de él con una sencillez sorprendente. Entiende y practica bidireccionalmente una lealtad sin firmas: para el doctor Messmer la lealtad a la universidad y a sus maestros potencia un cuidadoso desvelo hacia cualquier persona que quiera aprender. Por fin, una integridad intelectual casi intransigente.
Por ser un cirujano universitario paradigmático, por su liderazgo en la investigación quirúrgica europea, por su generosidad hacia la cirugía española, el Departamento de Cirugía, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Zaragoza consideró de forma unánime que deseaba tener al profesor doctor Konrad Messmer definitivamente incorporado al Claustro de Doctores de nuestra Universidad.
Ricardo Lozano Mantecón