El honor se tributa a una persona como prueba del bien que hay en ella
Tomás de Aquino
26/05/1983

Armin Kaufmann

Armin Kaufmann
Fecha acuerdo: 
21/02/1983
Rector: 
Federico López Mateos
Padrinos: 

José Cerezo Mir

Semblanza: 

Armin Kaufmann nació el 6 de julio de 1922 en Banteln, una pequeña comuna rural del distrito de Hildesheim en la Baja Sajonia, y falleció el día 20 de marzo de 1985 en la ciudad de Bad Honnef, cerca de Bonn y a orillas del Rin, después de padecer el curso de una enfermedad tan larga como grave y penosa. Tras realizar el examen de madurez en 1940, sus estudios se vieron interrumpidos hasta 1945 como consecuencia de su participación en la guerra. A la conclusión de ésta, en septiembre de 1945, comenzó sus estudios de Ciencias Jurídicas en la Universidad de Gotinga, en la cual obtuvo el grado de doctor en 1952 con su famosa e incomparable tesis doctoral sobre “Lo vivo y lo muerto en la teoría de las normas de Binding”, dirigida por el gran penalista y filósofo del Derecho Hans Welzel. Armin Kaufmann siguió después a su maestro a la Universidad de Bonn, en la cual obtuvo en 1956 la venia legendi para las Áreas de Derecho Penal y Filosofía del Derecho, y se habilitó después para la cátedra en 1959 con otra monumental y decisiva investigación sobre “La Dogmática de los delitos de omisión”. En 1960 se trasladó a la Universidad Eberhard-Karl de Tubinga, en la que permaneció hasta que en el semestre de verano de 1962 regresó a Bonn atendiendo la llamada de la Universidad de ésta ciudad para desempeñar las Cátedras de Derecho Penal y de Filosofía del Derecho. Armin Kaufmann rechazó posteriores llamadas de otras Universidades (Bielefeld, Hamburgo) y permaneció en la de Bonn hasta su muerte. El profesor doctor h.c. Armin Kaufmann, fue miembro de la Academia renano-westfaliana de Ciencias, y en 1983 fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza con motivo de la celebración del IV centenario de ésta.

Aunque la relación académica entre Hans Welzel y Armin Kaufmann fuera la de maestro y discípulo, respectivamente, y aunque el primero fue, sin duda, el fundador de todo el nuevo sistema del Derecho penal asentado sobre la doctrina de la acción finalista, se puede decir que cuando se habla del finalismo en Derecho penal,  Armin Kaufmann reclama con todo derecho un rango equivalente al de Welzel en el protagonismo de su construcción y de su desarrollo. De hecho, como recordó Günter Stratenwerth, condiscípulo de Armin Kaufmann, en su intervención en el acto celebrado en su memoria el 1 de febrero de 1986 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Bonn, un buen número de las relevantes modificaciones que fue introduciendo Welzel en las sucesivas reelaboraciones de su Tratado, trajeron su causa de sus diálogos con su discípulo Armin Kaufmann. El criterio metodológico fundamental del finalismo, de que el Derecho está vinculado —y, con ello, condicionado y limitado— por la estructura lógico-objetiva, esto es, ontológica, de la materia que sea objeto de la regulación jurídica, fue ciertamente fundado y postulado por Welzel, pero Armin Kaufmann le dio un impulso decisivo, y se podría decir que definitivo, con sus constantes esfuerzos para delimitar —y así distinguir con claridad— los juicios ontológicos y los juicios axiológicos, para descubrir aquellas estructuras lógico-objetivas de la materia de la regulación, y para establecer las correspondientes conexiones de éstas con los valores jurídicos. De este modo, Kaufmann describió aquello que haría de la dogmática jurídico penal una auténtica ciencia: “Proponer dogmas que en sí no sean portadores de la pretensión de la intemporalidad (…) no puede ser la tarea de la Ciencia jurídica, sino sólo la de un conocimiento filológico de la ley. La dogmática llevará con razón tal nombre sólo —y sólo así se acreditará— si descubre las conexiones lógico-objetivas que ofrecen el marco para toda regulación material”. Como consecuencia de ello, Kaufmann postuló el carácter supranacional y metapositivo de la Dogmática jurídico-penal. Además, si Welzel había edificado todo un nuevo sistema del Derecho penal sobre la base del concepto (ontológico) de “acción” finalista, Armin Kaufmann lo enriqueció y lo llevó hasta sus últimas consecuencias en el ámbito de la “omisión”, al formular el concepto finalista de omisión (ontológico) para situarlo en la base de la teoría de los delitos de omisión (propios e impropios). Por otra parte, Armin Kaufmann desarrolló dentro de la metodología finalista una línea constructiva propia, pues terminó fundando un concepto —llamado monista— de lo “injusto”, conforme al cual éste ya debe quedar completamente constituido con la mera infracción de la norma, esto es, ya con el desvalor de la acción —con independencia de que se produzca o no el resultado— tanto en los delitos dolosos como en los imprudentes, un concepto que han seguido y reforzado luego varios de sus discípulos. Son muchos otros los trabajos publicados por Armin Kaufmann que han contribuido a la aclaración y al conocimiento de cuestiones centrales de la teoría del hecho punible, y entre sus actividades con vocación práctica merece ser mencionada su destacada participación en la elaboración de la Parte Especial del Proyecto Alternativo del Código penal alemán. Casi toda la obra científica de Armin Kaufmann se encuentra traducida al español y publicada en Editoriales y Revistas especializadas hispanoamericanas.

Son muchos los penalistas de todo el mundo, en particular de España y Latinoamérica, que recibieron las enseñanzas de Armin Kaufmann y se formaron con él en su seminario de Bonn. De su profunda humanidad y de su permanente lucha por la dignidad del ser humano dan cuenta sus actividades e intervenciones personales de ayuda a colegas suyos de Sudamérica y de Grecia que se encontraron en estos lugares con dificultades, por motivos políticos, que amenazaban incluso su propia existencia, y de su discreción, el silencio que siempre guardó sobre tales mediaciones en favor de sus colegas, que en muchas ocasiones, fueron coronadas con éxito. Por todo lo aquí descrito, y también por los muchos otros datos sobre él que no han podido tener cabida en esta breve semblanza, a Armin Kaufmann se le tiene que reconocer como uno de los penalistas y filósofos del Derecho más importantes de todos los tiempos y a escala mundial.

Autor semblanza: 

Luis Gracia Martín